El paisaje del Mezquital esta denominado por el cerro sagrado de Hualtepetl. Desde sus faldas emergen barrancas y formaciones geológicos integradas por rocas ígneas, volcánicas y calizas. La ubicación estratégica de cada sitio con arte rupestre transforma el paisaje en un santuario natural, estrechamente ligado con la vida ritual de cosmovisión del Otomí.